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Cómo catar un vino en 3 pasos

Cómo catar un vino en 3 pasos

Catar un vino es viaje sensorial, en el que intervienen todos nuestros sentidos, aunque de manera más destacada la vista, el olfato y el gusto.

Antes de proceder a catar un vino es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Procura que el espacio donde va a tener lugar la cata sea luminoso y esté bien ventilado.
  • Evita estar perfumado/a y cualquier otro tipo de olor externo
  • Si se van a catar varios vinos, lo mejor será hacerlo en una copa diferente para cada uno siempre que esto sea posible.

1. FASE VISUAL

Comenzamos nuestra degustación descorchando la botella y sirviendo un poco de vino (1/3 de la copa, alrededor de 150 ml), recordá siempre agarrar la copa por la base o tallo para que no se caliente el vino.

Sobre un fondo blanco, inclinamos la copa formando un ángulo de 45° con el fin de observar desde arriba a través del líquido.

En esta primera etapa, tendremos un primer pantallazo del vino, en que vamos a evaluar factores como la nitidez, la intensidad, el color, entre otros como las lágrimas, burbujas. Además de detectar imperfecciones o defectos visuales que pueda tener el vino.

  • Nitidez: nos brinda información sobre cualquier defecto que pueda tener el vino. El vino debe estar limpio y brillante.
  • Intensidad: viene marcada por la cantidad de color que tiene el vino.
  • Color: independiente de la intensidad y en función de la clase de vino abarca diferentes gamas y tonalidades:

En vinos blancos podemos encontrarnos con gamas de colores pardos, amarillentos, verdosos, etc.

En vinos rosados, encontraremos colores que van desde el rosa frambuesa, rosa salmón, etc. 

En vinos tintos, los tonos más habituales son púrpuras, violáceos, rojo, granate o rubí.

  • Lágrimas: es el término con el que nos referimos a esas pequeñas gotitas que quedan en la superficie de la copa. Estas van a estar ligadas a la concentración de alcohol. Si al agitar la copa observamos que estas ‘lágrimas’ caen lentamente, nos están indicando que la densidad del vino es alta y por tanto su graduación es mayor.
  • Efervescencia: referencia al proceso de desprendimiento de dióxido de carbono, a las burbujas.

2. FASE OLFATIVA

Sin agitar la copa, acercamos nuestra nariz para tratar de identificar lo que se conoce como aromas primarios, estos aromas son los que proceden de las uvas, de la naturaleza, del terroir, etc.

Inmediatamente despúes de este primer acercamiento, movemos un poco la copa para que el vino entre en contacto con el oxígeno y podamos apreciar los aromas secundarios, los producidos en la bodega, especialemente durante la fermentación.

Agitamos la copa nuevamente, esta vez con un poco más de energía, para poder dar paso a lo que serían los aromas terciarios o ‘bouquet’, estos que se desarrollan durante y después de la crianza del vino, suelen ser aromas florales, frutales, de frutos secos, vegetales, roble, etc.

Dentro de esta fase olfativa, si hubiesen irregularidades durante la elaboración o crianza del vino, podríamos detectar defectos olfativos en el vino, como pueden ser el olor ‘avinagrado’ o el olor a ‘podrido’.

3. FASE GUSTATIVA

El vino por fin llega a la boca y para ello debemos sorber un poquito y a continuación intentamos pasarlo de un lado a otro para lograr que llegue a todas las partes y percibir así todos los sabores a través de la lengua (dulce, ácido y amargo) ya que el salado en el caso del vino no existe.

El vino que consiga un equilibrio perfecto entre los sabores va a ser un vino redondo o equilibrado.

Después procedemos a analizar aspectos como la textura o la astringencia, en los que también intervendría el sentido del tacto.

Una vez que tragamos o escupimos el vino, expulsamos el aire por la nariz. Ese conjunto de sensaciones gustativas que quedan en la boca, el tiempo que permanecen, serán diferentes en cada persona que realice la cata. Esta etapa también es conocida como fase retronasal.

Cuando esos sabores agradables suelen desaparecer en unos segundos, por lo general diremos que es un vino con final corto, mientras que por el contrario, en un vino de gran calidad, tendremos un final mas largo, esos sabores pueden llegar a permanecer más de un minuto.

Tanto en la fase gustativa como en la olfativa, es bueno evocar a los recuerdos, a buscar aromas o sabores que nos resulten familiares, que nos hagan volver en el tiempo.

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