Pocas cosas encuentro más placenteras que ver la sonrisa de mi perro mientras persigue furiosamente una pelota de tenis por el parque. Desafortunadamente, el juguete favorito de nuestro mejor amigo podría ser peligroso para su salud. Así que aquí va el motivo por el que deberías cambiar esas pelotas de tenis por algo más seguro, y cómo aprender a elegir correctamente los juguetes de tu perro.
Las pelotas de tenis son para humanos
El mayor riesgo de darle una pelota de tenis a tu perro, según Animal Dental Care, es que no son lo suficientemente resistentes como para poder masticarlas, y si tu perro se traga partes de la pelota o de la pelusa circundante puede correr el riesgo de sufrir un bloqueo intestinal. Por supuesto, esto es algo que nos preocupa con cualquier juguete que no sea comestible, pero la composición química de la pelota de tenis puede ser particularmente tóxica.
A mi propio chihuahua le encantaba tirar de la pelusa con los dientes. A menudo luchaba por sacársela luego de las encías, lo cual era también divertido de ver (aunque, por supuesto, me aseguraba de ayudarle antes de que se lo llegase a tragar), pero nunca fui consciente de los riesgos que entrañaba. Masticar pelotas de tenis puede causar abrasión en el esmalte de sus dientes e incluso suponer un riesgo de asfixia, problemas de salud más inmediatos que el hecho de que el intestino del animal se obstruya por la acumulación de trozos de goma. “Es probable que una pelota de tenis contenga trazas de plomo junto con un montón de otros materiales tóxicos”, señala Animal Dental Care. Aunque una pelota de tenis parezca un buen juguete para perros, existen alternativas más saludables.
Cómo elegir un juguete que sea seguro
Elegir un juguete con el que tu perro vaya a jugar realmente puede ser difícil. Conocer a tu perro —después de un largo proceso de prueba y error— es clave para dar con el juguete adecuado, pero hay algunas cosas que deberías tener en cuenta antes de comprar uno, como explican en Preventive Vet.
- Dureza: Los juguetes deben ceder un poco, ya que si los juguetes son demasiado duros podrían dañar los dientes de tu perro.
- Blandura y durabilidad: Por otro lado, los juguetes no deben ser demasiado blandos. Este tipo de juguetes pueden romperse fácilmente y cualquier pieza que se rompa siempre puede provocar riesgo de asfixia al perro. (Esta es la razón por la que nunca debes darle a un perro peluches para humanos).
- Recubrimiento: ten cuidado con los juguetes que tienen sabores, ya que podrían afectar al estómago de tu perro. Preventive Vet señala que las orejas de cerdo a menudo tienen recubrimientos que pueden no sentar bien al sistema digestivo de tu perro.
- Tamaño y forma: si el juguete es demasiado pequeño, el perro podría ahogarse. Si es demasiado grande, es posible que se le quede atascado en la boca, así que ten en cuenta el tamaño de la cabeza y de la boca de tu perro.
Analizá cómo se comporta tu perro cuando juega
Una vez que hayas elegido el juguete perfecto, toca la parte divertida: jugar con tu perro. La web Doggy Strides recomienda que analices siempre la reacción de tu perro a los juguetes nuevos. Asegúrate de que juegan de forma segura y que no se comen piezas. Inspecciona la salud dental del perro y “presta atención al color de las encías, a cualquier ‘bulto’, signos de dientes rotos/astillados y áreas que parezcan causarle dolor”. Por último, asegúrate de que se diviertan con él. Si tu perro no parece interesado, probablemente no sea el tipo de juguete para él.
Si a tu perro le gusta destrozar los juguetes y comerse parte de ellos, quizás tengas que probar con juguetes comestibles. Si le encanta destruir cosas, en lugar de lanzarle una pelota de tenis tóxica, siempre será mejor que le ofrezcas un juguete de goma o uno comestible con el que pueda dar rienda suelta a sus ganas de morder. Los perros necesitan juguetes que masticar y morder para su bienestar físico y mental, por lo que dar con uno correcto es importante y, al final, eso significará más diversión para ambos.