Cuenta Sara, que de niña a su hermano y a ella, su papa todas las noches en la cena les preguntaba ¿en que han fallado hoy?
(¡Que loco esto! digo en mi interior) La niña y su hermano tenían que día a día esforzarse por algo nuevo; quería que intentaran, que probaran y vieran que les sucedía. El padre les enseño el valor que tiene equivocarse, que se dieran ellos el permiso de probar algo y que no les funcione. Como también a aprender a tomar riesgos, nuevas estrategias, experimentar.
Relato de Sara Blakely CEO USA de Spanx
¿Qué significa fallar? Fallar es no intentar hacer algo.
Distinto es hacer algo y que no resulte. Esa situación nos da tanta información, aprendemos que así no se hacen o es mejor hacerlo de otro modo.
Tampoco es bueno o aconsejable estar siempre cómodos. Porque implica conformarse, no estar buscando propósitos por los que vivir. Vivir en piloto automático, pivotando o conformarse cumpliendo expectativas de terceros.
Pero, ¿Qué carajo es ese propósito? ¿Como se encuentra?… Abriendo puertas, dándose el espacio para conocer lo que hay dentro, y si no funciona continuar con la siguiente. En el mundo de la inmediatez en el que vivimos, solemos pensar que al no obtener rápidamente lo que se quiere, el mismo se ha frustrado, y por tanto, nos rendimos.
Leí un relevamiento que me dejo perpleja: “las personas se rinden al segundo día a su sueño”. ¿Por qué ocurre esto? Porque es el momento en el que cada uno se enfrenta solito con el objetivo que se propuso, ya no están los aplausos ni el vitoreo de nuestros cercanos.
Te quiero revelar algo que a mi personalmente me da resultado… consiste en identificarse con ese propósito que se quiere como si ya lo he obtenido. Creando una conexión con el compromiso asumido. Esto no pretender ser como los mensajes de libros de autoayuda, de los cuales disiento, no es desear y obtener un resultado. Sino que implica un permanente esfuerzo, paciencia y determinación de dar cada día un paso que te acerque a ese propósito.
De todos los caminos aprenderás algo, salvo del que nunca recorriste.
¡De donde vamos a aprender, si no es de los errores!
