Las consecuencias del virus y las medidas adoptadas para luchar contra su propagación implican importantes cambios en nuestras vidas.
Muchos de nosotros experimentamos momentos de miedo, ansiedad y preocupación. En momentos como estos, nuestra salud mental se ve afectada.
Espero de corazón que esta información le ayude a navegar mejor este tiempo de turbulencias, y recobre la serenidad perdida.
Nuestro cerebro funciona de manera tal que quiere saber todo lo que ocurre y detecta aquellas situaciones que puedan resultar amenazantes. Es por ello, que en un contexto de certidumbre funcionamos de una manera y ante incertidumbre de otra.
Si bien, cumplimos con los protocolos dispuestos y todas las medidas de higiene. Es importante distinguir entre lo que está bajo su control y lo que no. Para ello, le sugiero gestos sencillos para resguardarse.
- Cuide su sueño. Dormir bien es fundamental para nuestro organismo: la calidad del sueño refleja la calidad de nuestra vida. El contexto actual puede ocasionarle alteraciones en el sueño.
- “Dieta Hipolamentativa” personalmente le llamo así a la disciplina voluntaria de vivir libres de pensamientos negativos, quejumbrosos y lamentativos. Eso se puede conseguir autorregulando nuestra atención sin juzgar el momento presente, y tomar acción en aquellos propósitos que nos pusimos al iniciar el año.
- Practica la coherencia cardíaca. Es una técnica muy simple que permite gestionar el estrés y la ansiedad mediante la respiración consiente.
- Estructure sus días desde la serenidad. Necesitamos de referencias temporales, ya sea a lo largo de la semana o en un mismo día. Le sugiero instaurar una rutina adaptada a sus condiciones actuales, que incluya breves períodos de actividad física.
- Reconectar con la naturaleza. Mientras permanecemos en casa durante muchos días, puede resultar difícil no empezar a ahogarse. Para revertir esa sensación podemos apreciar los rayos del sol sobre la piel, como corre el viento a través de la ventana. Observar la evolución de las plantas, germinar porotos como lo hacíamos en la escuela.
Para aquellas personas que se han visto gravemente afectadas o sus empresas al atravesar una situación económica muy complicada. Tanto si es empleado o empresario, esta situación puede despertar ira, frustración, tristeza, desanimo.
Será importante que intente distinguir entre:
-Aquello que esté en sus manos, es decir, puede controlar y establezca estrategias concretas para afrontar y salir adelante.
-De aquello sobre lo que no tiene ningún control. Una vez identificados los aceptará y se liberará de esa presión. Eso significa, a pesar de no estar de acuerdo, no parecerle justo; lo comprende y reconoce que no puede cambiarlo.