El artista canadiense propone en este disco un viaje escuchando una estación de radio con Jim Carrey como locutor. El álbum está compuesto por 16 canciones.
El álbum cuenta con colaboradores de la talla de Tyler, the Creator, Lil Wayne, Quincy Jones, Oneohtrix Point Never y su amigo Jim Carrey.
El artista canadiense, definió al álbum como una experiencia sonora. Al escucharlo podemos encontrar pinceladas de Michael Jackson o Daft Punk.
Su autor lo definió en una entrevista como una espera en el purgatorio, pero concebido como un atasco en el coche amenizado por la emisora que da título al disco (‘Dawn FM’) y en la que un locutor (el mismísimo Jim Carrey) invita a la reflexión tras la debacle como ayuda en el tránsito «hacia la luz».
Con la energía residual de una noche de fiesta y baile, en este álbum se hace recuento de los pecados cometidos durante la noche. Se habla de excesos, drogas, infidelidad, errores y fama, pero no con culpabilidad punzante, sino como introspección reposada, con una mano amiga apoyada sobre el hombro que te prepara para la expiación.