Los expertos de salud creen que el COVID-19 se originó en un mercado en China, en donde se vendían animales vivos y muertos para consumo humano. El COVID-19 es similar al brote de SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) y MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio): los tres fueron transmitidos de animales a humanos y vienen de la familia Coronavidae.
Los virus de esta familia deben su nombre a su forma, ya que tienen una especie de corona (como la de un reloj) alrededor del “núcleo” del virus. Estos organismos conviven con el ser humano desde siempre, y hay muchos tipos de ellos, tanto animales como humanos.
¿Hay otras enfermedades causadas por comer carne?
Según algunas investigaciones aproximadamente el 75% de las enfermedades infecciosas recientemente surgidas que afectan a la población comenzaron como enfermedades en animales.
Recordemos aquellos brotes de gripe porcina o de gripe aviar, que se han cobrado miles de vidas, y son enfermedades que se pueden propagar muy fácilmente. Existen al menos 144 cepas diferentes de la gripe aviar: la variedad H5N1 mata a la mayoría de las aves y es mortal para humanos, matando a alrededor del 60% de los que la adquieren.
¿Cuál es el rol de la industria de la carne en el surgimiento de las superbacterias?
No podemos ignorar el nexo entre la carne y los brotes de enfermedades como el COVID-19. La demanda insaciable de carne, huevos y lácteos por parte de los humanos implica que grandes cantidades de animales son mantenidos en confinamiento intensivo en enormes y sucios galpones.
Los pollos, vacas, cerdos y otros animales son hacinados en pequeñas jaulas o cobertizos llenos de heces. Son transportados en camiones sucios y son asesinados en mataderos llenos de sangre, orina y otros fluidos corporales. Los patógenos florecen en condiciones como estas, convirtiendo a las granjas sobrepobladas en caldos de cultivo para nuevas cepas de peligrosas bacterias y virus.
Las bacterias se han vuelto resistentes a los antibióticos como resultado de su uso excesivo, lo cual contribuye al surgimiento de “superbacterias”, que son patógenos nuevos y agresivos. Ahora, los medicamentos utilizados para mantener vivos a los animales de granja están enfermando a los humanos.
Por los animales, el medio ambiente, y por tu propia salud (aún después de que pase la pandemia de COVID-19), adoptar un estilo de vida vegano (o al menos comenzar a reducir el consumo de carne o lacteos) es la opción más segura y sostenible.