Desde una primera convocatoria en la que congregó a 20 millones de personas en EE.UU en 1970, el Día de la Tierra se ha convertido en una tradición mundial.

También es un día para rendir homenaje al planeta y reconocerlo como nuestro hogar común y nuestra madre, tal y como lo han expresado numerosas culturas a lo largo de la historia.
Todo comenzó en 1970, cuando el senador estadounidense Gaylord Nelson instauró esta fecha para crear una conciencia global sobre los problemas de superpoblación, contaminación, destrucción de la biodiversidad y otras adversidades medioambientales.
La primera celebración multitudinaria del Día de la Tierra tuvo lugar el 22 de abril de 1970, bajo el impulso de Gaylord Nelson, y con el objetivo concreto de pedir al Gobierno de EE UU la creación de una agencia de protección ambiental que se encargara de velar por la preservación de los recursos naturales.
Esta fecha se eligió por estar situada en el calendario en un periodo libre de vacaciones o actividades escolares que pudieran restar participación a las manifestación, y tampoco entraba en conflicto con fiestas religiosas o nacionales. Se eligió un miércoles, día alejado del fin de semana y que aseguraba una importante movilización de los estudiantes.

Ya el 21 de marzo el alcalde de San Francisco, Joseph Alioto, lanzó la primera proclama y se realizaron varias celebraciones tanto en esta ciudad como en Davis (California) durante varios días.
A la convocatoria de ese primer Día de la Tierra del 22 de abril de 1970 se sumaron 2.000 universidades, 10.000 escuelas y centenares de colectivos sociales. Fue con esta tremenda presión (participaron varios millones de personas a lo largo y ancho de EEUU) que logró crear la actual Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y varias leyes para la preservación del medio natural.