
Cardenal Copete Rojo, Antes “Cardenal común”
Sin lugar a dudas, una de las características—o atributos diría yo— que nos definen como seres humanos, es la tan mencionada “Curiosidad” ese motor imparable que habita en cada uno de nosotros, y llevo a nuestra especie a recorrer el mundo, explorarlo, conocerlo y darle nombre a todas las formas de vida que se cruzaron frente a nuestros ojos. Fue el reconocimiento de nuestro entorno y lo que habita en él lo que marcó un antes y un después en nuestra historia evolutiva, social y científica.
En el pasado buscábamos ampliar nuestros horizontes al darle nombre a aquellas maravillas que coexistían con nosotros en este infinito planeta, hoy sin embargo, la expansión de estos horizontes no se detiene, y guarda consigo uno de los tipos de información más valiosa que cada nación puede poseer: La Biodiversidad.
El termino Biodiversidad hace referencia a varios elementos conectados entre sí por un lado, hace referencia a la diversidad de especies, es decir el número de especies (animales y vegetales, con sus respectivos nombres comunes y científicos) que conviven en determinado territorio, lo que nos lleva directamente también a hablar de la diversidad de ecosistemas, esto es, el número y tipos de ambientes diferentes que se encuentran en ese territorio, igualmente podemos hablar de diversidad genética que hace referencia a la diversidad que hay entre los individuos de una población. Todos estos factores (solo por mencionar algunos) que abarca el termino de biodiversidad, son sumamente importantes para entender el funcionamiento de los seres vivos, su entorno, y las relaciones que existen entre ellos, datos valiosísimos que igualmente se conectan con nuestra calidad de vida y bienestar, pues no debemos olvidar que formamos parte de un todo infinito y de ahí la importancia de este tipo de registro.
En este sentido, una de las actividades que más ha destacado al respecto, es la observación, paso sine qua non para llevar a cabo cualquier esfuerzo con fines científicos, tal es el caso de la observación de aves para la Argentina, actividad que reúne a grandes cantidades de personas a lo largo y ancho de todo el país, y cuyos registros y fotografías, son datos de suma importancia, para institutos de investigación al momento de realizar censos, distribución y abundancia poblacional de distintas especies autóctonas de la región.
La mayoría de los observadores de aves suelen nombrarlas a través de sus nombres comunes, toda especie puede ser reconocida por su nombre científico usualmente en latín, o por su nombre común, este último permite llegar a mayor cantidad de personas de una manera más informal y sociable, como es de esperarse los nombres comunes generalmente representan los rasgos y atributos más resaltantes de la especie, aquello que la diferencia de los demás.
En Argentina los nombres “vulgares” provienen en su mayoría de la lista Patron (Navas et al. 1990) con modificaciones posteriores a través de la inclusión de nuevas especies, constituyéndose como un gran aporte para la comunidad al proporcionar un nombre adecuado para la mayoría de las aves.
Sin embargo, esta regla no siempre se cumple, y muchas especies a lo largo de los años han sido nombradas con el adjetivo “Común” (por ejemplo el Burrito Común) el cual en muchas ocasiones es asignado en referencia a su presencia regular en la localidad de avistamiento, no obstante, este peca por ser poco descriptivo e impreciso, prestándose muchas veces para la confusión en el reconocimiento de especies, lo que puede llegar a alterar el conocimiento sobre la biología y distribución del ave. Es por esto que el nombre “vulgar”, debería aportar eficazmente a la correcta identificación de la especie así como enfatizar aquellos atributos resaltantes y particulares de cada especie.

Burrito Canela, antes conocido como “Burrito Común”
LA RESPUESTA
En vista de esta problemática, y tras varios periodos de esfuerzos individuales por mejorar las estas guías, eBird Argentina, Aves Argentinas, junto con laboratorios de ecología y ornitología del CONICET, unieron esfuerzos para proponer alternativas a muchos nombres vernáculos con el epíteto “común”. Para lograr este objetivo se propusieron varios nombres alternativos para luego seleccionar de 1 a 4 de estos nombres por especie. Los nombres pre-seleccionados, fueron sometidos a una votación online a través de la plataforma Google Forms. Esta plataforma abrió un espacio de interés común y participación de la comunidad interesada en la iniciativa. El formulario constaba de tres apartados: Los nombres alternativos, el nombre original y la opción de proponer nuevos nombres, siendo seleccionados los nombres que obtuvieron mayoría de votos en cada caso
…Y CON USTEDES ¡LOS RESULTADOS!
¡Comparto fotos de algunas de las especies que ahora lucen nuevos nombres!

Leptotila verreauxi
Antes: Yeruti Comun
Ahora: Yeruti Gris

Chlorostilbon lucidus
Antes: Picaflor Común
Ahora: Picaflor Verde

Ixobrychus involucris
Antes: Mirasol Común
Ahora: Mirasol Estriado

Piculus chrysochloros
Antes: Carpintero dorado común
Ahora: Carpintero Ojo Blanco

Conirostrum speciosum
Antes: Saí común
Ahora: Saí Celeste
..¡Sin lugar a dudas un antes y un después para nuestros amigos emplumados!
Si deseas conocer más a fondo de esta noticia y explorar la nueva lista entra en:
https://ebird.org/argentina/news/nuevos-nombres-aves-argentina
¡Que hermosos que son!