Un repaso sobre el andar de Napoleón en Núñez. Qué es lo que piensa sobre su plantel y el futuro del mismo.
Hace seis años Marcelo Gallardo es el Entrenador de River. Ha cambiado mucho tácticamente, de nombres y de formas de jugar. La mayoría de sus compras han sido acertadas y justificadas dentro del campo de juego. No han sido demasiadas. Justamente, la subida y explosión de juveniles ha sido la carta más preponderante.
Cuando Gallardo renovó hasta diciembre de 2021, soltó en la mesa: “Queremos que el 50% del plantel sea de las inferiores“. Él es la cabeza y el mentor del plan. Pero ante su responsabilidad en la primera división, delega ese trabajo en sus fieles laderos. Y si hay que utilizar la billetera, también hay otra frase: “No comprar por comprar“.
El cambio de futbolistas a lo largo de este ciclo ha sido notorio. Por citar algunos nombres, Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta (Ahora en Fiorentina) y Exequiel Palacios (Actual Bayern Leverkusen) han sido los últimos y más relevantes. En la actualidad, asoman Santiago Sosa y Cristian Ferreyra del ADN River. También Nicolás De La Cruz, observado por Gallardo y muy valorado en el armado de su equipo.

Incluso, desde el Club sostienen que la idea de Inferiores no es salir campeón. El objetivo pasa por formarlos integralmente para el fútbol de alta competición. El equipo tiene a 20 especialistas en todo el país en búsqueda de proyectos seductores que encajen con lo exigido por Gallardo. No es una tarea sencilla. Tiene que ser trabajada de manera meticulosa.
Esos ojeadores se enfocan en cuatro puntos. Técnica individual, interpretación del juego, características físicas y personalidad. Atención a otro dato, desde el comienzo de este proyecto, en 2016, River hizo debutar a 35 futbolistas en la máxima división del fútbol. Algo realmente increíble y que evidencia la forma de trabajar que tienen en ese Club, que por año, tiene 70.000 pruebas de jóvenes. Esto abarca nuestro país y también Uruguay, Colombia, Brasil y Paraguay. Lógicamente no todos son aceptados, y debido a la exigencia, quedan aproximadamente 20 juveniles y 40 infantiles. A pesar de que el 90% venga de una situación de pobreza extrema, River los contiene y se hace cargo de los mayores costos, incluyendo la obra social.
El River Camp es otra demostración. Allí se entrenan la reserva, la cuarta y la quinta división. Cuentan con tres canchas más los vestuarios para infantiles. El predio de Hurlingam tiene siete canchas, vestuarios, gimnasios, comedor y sala de juego. Estos dos incluyendo la mítica Casa River, donde viven 80 niños.
Desde River buscan el mismo estilo de juego en todas sus categorías. Sin winnes, porque aseguran que no es su identidad. Exigen calidad, voluntad e inteligencia para comprender el juego de la técnica, y que eso te lleve a tomar la mejor decisión. Según la captación, se buscan delanteros, enganches, volantes mixtos y laterales. Resalto “Volantes mixtos” porque el actual River de Gallardo tiene siete u hasta ocho de esos. Tener un buen mediocampo te otorga una mejor elaboración de juego. También señalan que carecen los defensores centrales.
El físico no se enfoca en Europa ni trata de copiarlo. Quieren futbolistas fuertes desde lo corporal para adaptarse con más facilidad al fútbol de éste lado del mundo. La técnica individual, por su pare, es resaltada porque todos tienen que ser inteligentes cuando tienen la pelota en sus pies.
Así es el proyecto que tiene Marcelo Gallardo en River. Comenzó hace cuatro años y no para de dar resultados. La importancia de potenciar juveniles en este país tan resultadista, más la paciencia, dan como resultado una combinación maravillosa. El mejor Entrenador y el mejor equipo de toda América.