El Xeneize arrancó un nuevo ciclo de la mano de Miguel Ángel Russo, ¿Cómo juega?
La nueva dirigencia de Boca emprendió un cambio administrativo y futbolístico. Con Juan Román Riquelme como máximo encargado, el ciclo de Gustavo Alfaro quedó atrás para dar comienzo al de “Miguelo” Russo, quien fue Campeón de América en 2007 con el Club de La Ribera.
Con un puñado de partidos es difícil sacar conclusiones. Pero este Boca tiene juego vertical, sociedades notorias y jerárquicas entre los delanteros y no tiene problemas en juntar muchos hombres en campo rival. El Entrenador exige el esfuerzo de todos. “En Boca no podes tener la cabeza gacha” esbozó hace poco en una entrevista, y eso explica todo.
Ahora Boca, en ofensiva, conecta más. Los jugadores son veloces y gambeteadores. Todos tienen cualidades maravillosas para salir triunfando en el uno contra uno. Sus laterales tienen proyecciones ofensivas (Buffarini y Fabra) y Campuzano, de cinco, ofrece otra técnica.

Aunque también, este ciclo muestra debilidades y falencias. Para marcar, el rendimiento de Bebelo Reynoso es regular. Todavía no se encuentra en la cancha y no puede explotar su talento. Boca tendrá problemas asociativos si esto no cambia. Guillermo Pol Fernández no ha deslumbrado, aunque puede ofrecer dinámica, pases y otorgar compromiso ofensivo.
¿Boca necesita un nueve? No podría contestar esa pregunta. Pero, si nos volcamos al análisis nuevamente, Tévez ha sumado minutos y valoraciones. Carlitos volvió a fajarse con los centrales, fue más decisivo y colaboró más. Si él será el centrodelantero de este equipo, deberá seguir por este camino.
Este Boca es más veloz, más generoso y asociativo. Quizás esa sea la idea de Miguel Ángel Russo, un técnico más amigo de lo ofensivo que de lo defensivo. Así llegó a ganar la Copa Libertadores 2007. Ahora todo es distinto, claro. Pero Miguelo sigue confiando en su esencia. Esa que le dio al hincha de Boca su última máxima alegría.