La liga Alemana fue la primera en retornar profesionalmente. Una vuelta con muchos componentes para analizar.
Todas las personas amantes del fútbol extrañamos los partidos. Esruvimos mucho tiempo sin disfrutarlo pero por ahora tenemos un consuelo. Hace unos días, la Bundesliga de Alemania retornó a los partidos oficiales bajo un estricto protocolo. ¿Cambió algo?
Por citar, las autoridades toman la temperatura de las 300 personas habilitadas para ingresar al estadio. El distanciamiento social es obligatorio, como el uso de barbijo y festejos de goles sin exceso de contacto físico. Ya se sabe que es lo córneres y los tiros libres hay mucho contacto, pero la idea de reducir festejos es para minimizar el riesgo de contagio.
Algunos dirigentes de peso soltaron la idea de la vuelta del público y esto encendió el debate. ¿Salud o economía? Pero se sabe también de que la pelota ruede en ese país es, prácticamente, por las finanzas y las urgencias que atravesaban los clubes

Ahora hagamos foco en lo futbolístico. La liga Alemana siempre me pareció interesante. Está repleta de excelentes jugadores. Tanto experimentados como jóvenes. La vuelta me permitió observar que la calidad no ha disminuido en absoluto, y sigue siendo algo muy atractivo para ver.
Muy bien, ya hicimos incapié en lo bueno y/o positivo. Pero también hay una cuestión que quita la sonrisa. Bundesliga, tras su regreso, sufrió ocho lesiones en diversos equipos. Esto es por consecuencia, obviamente, del parate por el coronavirus. No es sencillo volver y fingir que “todo sigue igual”. El fútbol Alemán nos muestra las primeras imágenes de eso que repetimos con tanta frecuencia: la nueva normalidad.
Boca Juniors pidió traducir el protocolo sanitario de la Bundesliga, para debatir si podría aplicarse en nuestro país. Claro que el invierno se avecina y esto pone en jaque cada reanudación que debatan las autoridades. ¿El fútbol en Argentina? Tristemente, lo veo lejos. Por ahora disfrutemos de la Bundesliga.