El Rosarino vive horas claves respecto a su futuro. ¿Se abrió la puerta de la continuidad?
Un 16 de noviembre del año 2003, Barcelona sorprendía al mundo con la presentación de un joven llamado Lionel Messi. Fue en un partido contra Oporto. Desde allí, el futbolista no se movió del Club. Este año podría darse su salida. ¿O no?
Messi formó su familia en esa ciudad. Ganó incontables títulos. Hizo gol en -casi- todos los partidos que jugó. Fue la estrella de los mejores años, pero hace mucho vive un destrato poco visible, digamos, “de puertas hacia adentro”. Pero no queda ahí, ya que eso se visualiza en la cancha a la hora de jugar.
El 25 de agosto de este año, Leo le envía un burofax a la dirigencia, comunicándole que quiere irse. Muy seguro de su decisión, buscando aires, compañeros y proyectos nuevos. Cansado de la falta de organización y tacto humano, quería irse. La situación cambia cada 10 minutos. Hoy, Messi podría quedarse. ¿Pero cómo? ¿No estaba tan seguro?.

Lionel considera quedarse porque hoy la situación es compleja. Barcelona no se mueve de su decisión, están firmes. Aunque Messi podría recibir permiso de FIFA para jugar en otro Club, la situación se definiría en tribunales. Él justamente no quiere eso. Su intención es irse en buenos términos y hasta dejarle una suma de dinero que el Fair Play Financiero permita.
Además de lo mencionado, Messi ha declarado en reiteradas ocasiones que quiere “quedarse a vivir” en esa ciudad. Está cómodo. Es toda su vida la que atravesó allí. Es el Club que ama, que le abrió las puertas y le vivió momentos maravillosos. Eso juega en su cabeza, y mucho. Desde la intimidad y el silencio, baraja todas sus opciones.
También hay algo opuesto a su amor. El destrato por parte de esta dirigencia, contratando personas para difamar a los referentes (donde él está incluido) en las redes sociales, la falta del ADN Barcelona, que es sacar jugadores de la cantera, las compras abruptas e innecesarias. Y lógicamente la pésima forma en la que el nuevo Entrenador, Ronald Koeman, se comunicó con jugadores que alguna vez fueron estrellas, terminan haciendo peso en la “MessiBalanza”. ¿Podría jugar en un contexto así? Quizás en algunas horas lo sepamos.