Bertha Ringer y Mercedes Jellinek, cimentaron el éxito de una marca que luego sería anhelada por generaciones de consumidores en el mundo entero. Eso sin contar a los millones de fans que siguen su magnífica performance en los circuitos de la Fórmula 1. Así comenzó éste deslumbramiento, cuando en 1.901 hizo su aparición en una carrera en Niza, el magnífico Mercedes 35 PS causando gran revuelo y admiración por su avanzada tecnología, su elegante diseño y su nombre español; nombre perteneciente a la hija del empresario Emil Jellinek, responsable de la comercialización de los vehículos en Francia.
En 1.900, Jellinek decidió llamar a sus automóviles “ Mercedes ”, en honor a su hija, por quien tenía gran devoción. El verdadero nombre de la niña, era Adrienne Manuela Ramona Jellinek, pero en la esfera familiar le decían cariñosamente “ Mercedes ”. Además del gran amor por Mercedes, tenía pasión por las carreras de automóviles; diríamos que sus dos grandes amores fueron su hija y las carreras de autos. Parece ser que el empresario austríaco Emil Jellinek, estaba enamorado de ese nombre. Le encantaba el nombre “ Mercedes ”, vaya a saber por qué.
Lo cierto es que Emil, residía en Niza, se dedicaba a comercializar los vehículos de Daimler y los inscribía en carreras de autos. Cuando en 1.900 encargó que le fabricaran 36 automóviles, puso como condición que los vehículos se llamaran Daimler-Mercedes. Los autos fueron un éxito que llevó a Daimler y Jellinek a hacer un acuerdo por el cual Jellinek se incorporaba al Consejo de Administración de la empresa. Con el tiempo el nombre Mercedes fue creciendo dentro de la firma y en 1.926 ( ya fallecido Jellinek ) se firmó el acuerdo entre Daimler y la empresa Benz ( fundada por Karl Benz ) resultando así Daimler- Benz y quedando en firme el nombre Mercedes-Benz como marca comercial. Desde hace más de 100 años se mantiene como la única empresa del sector con nombre de mujer.
Además de Mercedes Jellinek, la firma de automóviles contó con otra mujer, y ésta era de armas tomar : Bertha Ringer, en adelante Bertha Benz . Dicen que la esposa de Karl Benz era extremadamente inteligente, terca y perfeccionista. Nada la detenía. Nacida en una familia acomodada, estaba interesada en cuestiones menos femeninas para esa época, como el entusiasmo que sentía cuando su padre le enseñaba el funcionamiento de la locomotora. Sus ansias por saber y su insistencia, lograron que ingresara a una escuela en tiempos en que a las mujeres se les negaba el acceso a una educación superior. Pero parece que a Bertha nada le resultaba imposible. Bella y emprendedora, invirtió parte de su dinero en una constructora de hierros. Obviamente, nada de bordados ni destrezas de salón.
Cuando conoció al ingeniero Karl Benz en un autocar, su destino estaba claro : se casaron en 1.872. Invirtió todo su dinero en los proyectos de Karl y gracias a esto, el primer carruaje Benz se terminó en 1.885. Era un coche de tres ruedas propulsado por un cilindro de 2,5 caballos de fuerza, que podía llegar a los 40 kilómetros por hora. Patentado como el BENZ PATENT MOTOR CAR, nadie se interesó en comprarlo y Karl Benz que era propenso a la depresión y los cambios de humor, ya estaba dispuesto a abandonar todo. O mejor dicho, a tirar todo por la borda, pero…apareció la garra de Bertha que no iba a permitirlo.
Sin consultar a su esposo, se subió con dos hijos de 13 y 15 años al BENZ PATENT MOTOR CAR y partió desde Mannheim hasta Pforzheim, recorriendo 106 kilómetros y convirtiéndose en la primera persona en conducir un automóvil a larga distancia. Fue un camino pleno de obstáculos, muchas subidas y bajadas, falta de combustible, una pieza del auto que debió ser reparada durante el camino, frenos débiles, etc. Pero Bertha llegó a destino. Había salido al amanecer del 5 de Agosto de 1.888 y llegó al anochecer del mismo día. Su odisea tuvo una gran repercusión en los medios de la época y el auto creado por Benz empezó a tener éxito. Muchos potenciales compradores se interesaron en él y en su precio. El negocio automotriz de Karl Benz, no dejó de crecer.
Tras la hazaña de Bertha, la pareja le hizo varias mejoras al BENZ PATENT MOTOR CAR, en base a las experiencias vividas durante el viaje. Bertha creía en el invento de su esposo más que él mismo y estaba resuelta a demostrar que era el nacimiento de una forma de transporte que revolucionaría al mundo.
Fue ella la que propuso incluir un engranaje accesorio para subir los tramos empinados y la incorporación de lo que hoy conocemos como pastillas de freno, para mejorar la potencia de frenado.
La valiente y aguerrida Bertha, nos dejó un mensaje de avanzada; y es que las mujeres de cualquier época son capaces de vencer cualquier obstáculo; y siendo la primera persona de la historia al volante de un automóvil en un viaje de larga distancia, para ella nuestra admiración y un baño de champagne en la parte más alta del podio.
Hasta los próximos relatos…condensados.