La poeta mendocina revela como la literatura ha incursionado en su vocación y vida.
¿Que cambios ha hecho en su vida la literatura?
Como no percibo el nido donde nació esta vocación de trabajo mía, creo que me ha habitado siempre. Recuerdo una niñez, una adolescencia donde vivía ya literariamente, esto lo estimo por mis recuerdos profundos y coincidentes con la profundidad de la literatura, es decir una sensibilidad perceptiva desde mi infancia que creo que dio origen a que abriera las puertas de mi pensamiento, a alguien que me dejara decir las cosas con otros nombres, o interpretar las cosas o decir lo que veo mas allá de ellas. Todo esto se anidó en mi vida, va conmigo y hemos juntas transitado las transformaciones y ha sido ella la impulsora de una apertura a las miradas, a las interpretaciones de los sucesos históricos, sociales, particulares e íntimos. De esa manera he ido siempre de la mano de la literatura viviendo la historia con intensidad y coincidentemente ir a la par de las transformaciones y me siento que con ella no me quedo si no me actualizo porque necesito ver lo de cada momento, lo que vi, lo que estoy viendo y el anhelo de seguir viendo para interpretar, percibir y transmitir.
¿Cuál cree que es su musa a la hora de escribir?
Si quisiera disfrazar a la musa lo haría como alguien mágico que me empuja, me pide y hasta me exige o persigue, y a eso es lo que yo quisiera tratar de darle un perfil a lo que se le llama la “musa”, la que nos insta a expresarnos. En mi caso es algo intenso que me lleva a poner palabras, siempre tiene un tema, una escena, una o varias circunstancias sobre lo que deseo decir y sobre lo que deseo entrar a trabajar con mis palabras que me van a llevar a un dialogo entre mi interior y el suceso o la escena sobre la que deseo escribir.
¿Que siente que es la poesía?
La poesía según decía Gustavo Adolfo Becquer: “La poesía eres tú”. Es decir que cualquier instancia puede convertirse en situación poética. Esto es sumamente subjetivo, me animó a decir y compartirlo porque quiero ser tan generosa como lo es la poesía misma que se desnuda, se deja envolver por una intención de trabajo de decir, de expresar, de conmocionarse. La poesía está y vive con nosotros, sabemos que está con nosotros, al menos para mi por ejemplo; cuando una escena otoñal como la que nos envuelve, siento el despojo de la naturaleza, siento un manto amarillo que revuelve el paisaje, se hace tierra para dar lugar a la instancia que devolverá de alguna manera otros amarillos, otras brisas, otras tibiezas y otras siestas.
¿Que son en su vida las bibliotecas?
Las bibliotecas esas pequeñas o grandes ciudades de libros han sido siempre el origen de mi conexión con la literatura, de mi oficio que me define. Las bibliotecas me han acompañado desde la infancia y han pasado a ser una parte esencial; es decir están conmigo en cualquier momento hasta un montón de papeles son para mi una mini biblioteca: Un montón de papeles escritos con apuntes sobre una consulta de Internet hasta la vida de un premio nobel de literatura o con momentos poéticos y narrativos. Para mi es tanto la sensación que siento de estar habitada por bibliotecas porque es parte mi crecimiento, de mi vivir, es una imagen que no esta estática sino que me moviliza y acompaña. Justamente, sino estoy ante una escena macro de libros me reinvento a momentos de sentirme entre lecturas haciendo invenciones de bibliotecas instantáneas y momentáneas porque creo que es eficaz, es loable porque las cosas se dejan transformar y se multiplican.
¿Que relación hay entre la literatura y la educación?
La literatura y la educación están compartiendo la vida. Es tan amplio el ámbito sobre el que la palabra se desliza, cuando la metáfora anida en ella, cuando el simbolismo es capaz de resignificar que siempre fue la literatura en cualquier ámbito del conocimiento cuando visitaba las aulas estuvo a mi lado y estuvo al lado de mis alumnos de una manera incierta, ya que aparecía siempre como alguien que me acobijaba para darme mis conocimientos, como alguien que me prestaba sus manos para poder llegarle a los chicos de una manera sensible y cercana todo aquello que les quería transmitir. Creo que ahí se sella la intensidad de mi vocación de transmitir la palabra y trabajar con los otros.