Conocer y asimilar idiomas es una de las mejores actividades que puedes escoger para desarrollarte tanto profesional como personalmente. Antiguamente, se creía que el aprendizaje de varios idiomas a la vez era algo problemático para el cerebro. Se llegó incluso a pensar que podía causar brotes esquizofrénicos o de múltiple personalidad. Sin embargo, esto ya ha sido desmentido por numerosos estudios científicos. De hecho, aprender idiomas puede ayudar a que el cerebro se desarrolle y mejore habilidades como la creatividad o la toma de decisiones.
«Aprender un idioma es tener una ventana más desde la cual observar el mundo«
Proverbio chino
A continuación, te explico algunos de los beneficios de ser bilingüe que pueden incidir de forma positiva en la salud:
1. Crecimiento del tamaño y de la capacidad cerebral
El crecimiento de los centros del lenguaje ubicados en el cerebro es uno de los principales beneficios de aprender una segunda lengua. Cuanto más se aprende, más áreas vitales del cerebro crecen. Es por ello que los investigadores comparan aprender un idioma con practicar un deporte. Las personas que hablan dos idiomas presentan áreas que tienen más materia gris y mayor densidad neuronal. Al igual que un jugador de tenis desarrolla los músculos, hablar idiomas es una gimnasia mental. El bilingüismo esculpe el cerebro.
2. Mayor “flexibilidad cognitiva”
Según un estudio de The Journal of Neuroscience, los adultos que han hablado dos lenguas desde su infancia tienen mayor flexibilidad cognitiva, es decir, tienen más facilidad para adaptarse a una circunstancia nueva o inesperada que los adultos que hablan solo una lengua. En el estudio, los participantes tenían que completar una tarea de flexibilidad cognitiva; aunque tanto los adultos monolingües como los bilingües fueron capaces de completarla, los bilingües lo hicieron con más rapidez y, además, las partes del cerebro involucradas necesitaron menos energía para llevarla a cabo.
3. Mayor agilidad mental durante más tiempo
Esto también se cumple en las personas que aprenden una segunda lengua siendo ya mayores, de acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Annals of Neurology. En la investigación, se realizaron tests de inteligencia a los participantes, hablantes nativos de inglés, cuando tenían 11 años y, unas décadas después, cuando cumplieron los 70. Las personas que hablaban dos o más lenguas mostraron mejores capacidades cognitivas (especialmente en los test de inteligencia general y de lectura) con respecto a su nivel de base en comparación con las personas que solo hablaban una lengua.
4. Otorga múltiples beneficios emocionales
Aprender un nuevo idioma tiene también muchos beneficios emocionales, entre ellos, el de mejorar el nivel de tolerancia. Según un artículo publicado recientemente, existen dos formas distintas de volvernos más tolerantes. Por un lado, a través de la competencia cultural: cuando aprendemos una nueva lengua abrimos los ojos a otras formas de hacer las cosas, diferentes a la nuestra. Por otro, aprender un nuevo idioma mejora nuestra tolerancia a la ambigüedad, o lo que es lo mismo, aprendemos a adaptarnos a situaciones completamente desconocidas. El mismo estudio sostiene también que los niños bilingües son, en general, personas menos estresadas y tienen niveles más bajos de ansiedad, son menos propensos a entrar en peleas y suelen enojarse menos.
5. Previene el Alzheimer o retrasa su desarrollo
Cualquier de nosotros puede llegar a padecer Alzheimer algún día. Sin embargo, se ha comprobado que las personas bilingües desarrollan esta enfermedad cuatro o cinco años más tarde que las monolingües, de acuerdo con los descubrimientos presentados por la American Association for the Advancement of Science. En el estudio participaron 450 pacientes con Alzheimer, la mitad de los cuales habían hablado dos lenguas la mayor parte de sus vidas.
6. Los niños bilingües resuelven mejor los problemas
Los niños bilingües realizan mejor las tareas que implican creatividad y capacidad de resolución de problemas, según una investigación publicada en el International Journal of Bilingualism. En el estudio participaron 121 niños, la mitad bilingües, los que quienes demostraron mayores habilidades en tareas relacionadas con la repetición de series de números, la resolución mental de problemas matemáticos y la reproducción de patrones con bloques de color.
7. El cerebro cambia de tarea con más facilidad
Los niños bilingües pueden ser más rápidos al cambiar de tarea, de acuerdo con un estudio de Child Development. En el estudio, tanto niños bilingües como monolingües tenían que observar imágenes de animales o figuras de colores en una pantalla de computadora. Cuando a los niños se les pidió que pulsaran un botón para cambiar de las imágenes de animales a las imágenes de colores, los niños bilingües lo hacían más rápido.
8. La capacidad de pensar en otra lengua ayuda a tomar decisiones más razonadas
Cuando una persona piensa en otra lengua tiene más probabilidades de tomar una decisión racional en una situación problemática, según una investigación de la revista Psychological Studies. Debido a que las personas, por naturaleza, son reacias a la pérdida, tienden a tomar decisiones que la minimicen, aunque la balanza esté inclinada a su favor. No obstante, investigadores de la Universidad de Chicago descubrieron que cuando una persona piensa en una lengua extranjera, esto les da distancia, lo cual les ayuda a tomar decisiones más deliberadas y menos dependientes de las emociones. “Quizás el factor más importante es que una lengua extranjera tiene menos resonancia emocional que la lengua materna”, remarcó la investigadora Sayuri Hayakawa. “Una reacción emocional puede conllevar decisiones motivadas por el miedo más que por la esperanza, aunque las probabilidades sean más favorables”.
9. Mayor capacidad de atención y de escucha
Las personas bilingües tienen mayor control sobre su atención y son más capaces de limitar las distracciones. El bilingüismo influye en la capacidad atencional. Estar habituado a cambiar de idioma mejora la capacidad de concentrarnos a la hora de hacer una tarea. Asimismo, se perfeccionan las habilidades de escucha, puesto que, al aprender idiomas, se trabaja más para diferenciar los distintos tipos de sonidos.
10. Mejora la lengua materna
Hace años se creía que enseñar a los niños un segundo idioma los podría llevar a crear una confusión con su propia lengua. En la actualidad se sabe que, por el contrario, los niños que hablan un idioma extranjero tienen una visión más crítica del funcionamiento de su lengua materna. Aprender un idioma extranjero nos ayuda a comprender mejor la gramática de nuestra lengua materna y mejorar su uso.
«Cada idioma es un modo diferente de ver la vida»
Federico Fellini