
Un tipo de horror pensado para revolucionar tus sentimientos: Miedo, angustia, estrés, redención, reflexión. Netflix abre el año con una película fuera de lo normal.
INTERPRETANDO LA PELÍCULA
The House, una película animada, estrenada recientemente en la plataforma de streaming llega, para helarte los huesos y muy probablemente (sobre todo si la ves de noche) te robará algunas horas de sueño en las que te replantearás muchas cosas.
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Así llega esta película que, en principio, cuando ves el tráiler, no sabes hacia donde va, pero algo si te queda claro: Es una genialidad que no debes perderte. Ya seas un fanático o no de la animación esta película te cautiva desde el momento número 1, haciéndote incluso preguntarte repetidas veces cual niño inocente “¿Cómo hicieron eso?”, y es que, sin dudar un solo minuto, esta película demuestra la retorcida magia del Stop Motion.
Y utilizo correctamente la palabra “retorcida” por qué, si algo tiene esta película, es la capacidad de sacarte de tus estándares de confort, incluso cuando ya intuyes que te encuentras frente al genero del terror.
The house a mi parecer -Y ojo, no me considero una asidua cinéfila, pero si quizás, una asidua lectora- es todo lo contrario al terror clásico de Lovecraft, ese que se proyecta hacia afuera, y vuela hasta los espacios más recónditos y desconocidos del infinito, dejándote, como una pequeña e insignificante mota que poco o nada puede hacer ante los designios del destino.

The house es al revés, es un terror que se proyecta hacia adentro, que, a través de sus tres historias, remueve las ideas de comodidad que traen consigo los momentos cotidianos, un tipo de terror que al final de la línea, no te deja indefenso, pero si impotente y sumamente frustrado ante los hechos que acontecen.
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Y, sin embargo, desde mi perspectiva podría rescatar un punto en común entre el terror clásico de Lovecraft y el terror de esta película: En ambos estilos, una vez que te sumerges en las historias y en sus atmósferas, sus lógicas, una vez que aceptas las reglas de las historias, te descubres a ti mismo totalmente solo y desolado, en un mundo al que poco le importan tus valores.

Las múltiples caras de una misma moneda
The House consta de 3 historias, todas con estilos visuales diferentes, y todas desarrolladas en épocas distintas, presentando una inquietante característica en común: Todas las historias parecen desarrollarse en la misma casa.
Una casa que en diferentes épocas, contextos y realidades es testigo de la decadencia y la fragilidad que traen consigo las apariencias y del apego desmedido a lo material, todas conductas banales que nos llevan a un mismo resultado: La soledad.

Si hay una conclusión recurrente en esta película es precisamente la soledad, la cual se presenta una y otra vez de diferentes maneras, e incluso con diferentes ropas, haciéndote entender que: No hay manera de sentirse feliz o pleno cuando tus ilusiones y sentimientos mas fuertes se anclan a lo material.
Al final, es una suerte de pedagogía que te explica muy brutalmente las consecuencias de consumirlo todo, incluso a ti mismo.
Es entonces la casa, el último bastión de aquello que más anhela la persona contemporánea: Estabilidad.
Es casi una oda, a la vida de hoy en día, donde lo quieres todo y nada te pertenece, donde tener algo es difícil pero el medio te demanda, te exige y te obliga a adquirir cada vez más cosas, por aceptación social, por mantener un estatus, por encajar.
The House muestra claramente la lucha entre el espíritu valiente y sensible del ser humano y el implacable status quo de aquella idea que nos imponen como éxito.
Las 3 historias y el monstruo
No quiero caer en spoilers, de verdad, preferiría que la vieran y sacaran sus propias conclusiones por que si algo tiene esta película es que posee varios niveles de lectura, plagada de arquetipos y simbologías, es sencillamente un deleite, si pudiera describir en palabras literales que se siente ver este largometraje diría que es como tirarse por un tobogán muy alto, con todo lo terrible y lo divertido que conlleva esta idea.

Las 3 historias son contadas en diferentes épocas, finales del siglo XIX, la actualidad (2022 ponele), y un futuro post-apocalíptico, aunque cada historia es distinta, entendemos quien sería nuestro “mounstruo” y por supuesto ¡Es la casa!, pero al mismo tiempo entendemos que la casa, es solo eso, una casa, una edificación hermosísima que en si misma promete un “futuro brillante” ¿Cuánto podrías esforzarte por tener un futuro brillante?
Si hay otros fantasmas que aparecen al típico “jump scare” demonios que si tienes más de 30 podrían dejarte abrazando al gato, son sin lugar a dudas, esas consideraciones planteadas una y otra vez: Éxito, confort, estabilidad, todo eso y más, no importa el viaje, o como, o que hagas, lo importante es tenerlo, por que afuera no parecen validarte por lo que haces si no por los resultados de ello.
Y al final me pregunté ¿Qué sentido tiene?