
En el reciente marco del COVID-19 nos hemos visto obligados a enfrentarnos a un sin número de retos y adversidades, poner el valor de la vida por encima de nuestras comodidades, cotidianidad y equilibrio económico ha sido el factor que más ha marcado este inolvidable evento y es que cuando hablamos de nuestra salud, hablamos de nuestra vida y entonces no existe nada que tenga tanto peso como eso, “La vida no tiene precio” , “Todo puede ser recuperado con esfuerzo y trabajo, no así las vidas que se han perdido hasta el momento” son los comentarios que se repiten a diario, en este punto entendemos que no existe ningun factor que ponga en tela de juicio el valor que le damos a nuestra salud y al hecho de estar vivos, adentrándonos un poco más en esta reflexión, me atrevería a decir que este confinamiento al que nos hemos sometido para preservar nuestras vidas también nos ha llevado a considerar más de una razón: Estar vivos y encerrados.
¿Dónde comienza y termina nuestra vida cuando los días pasan igual? ¿Cuando de repente las paredes de nuestro hogar se convierten en una suerte de jaula condicionada? Nos decimos a nosotros mismos, “vamos a estar bien, esto es temporal” pero es innegable la añoranza de los días de libertad, ¿Que haremos con ella cuando esta regrese? Es la pregunta del millón de dólares, me atrevería a decir. Esto nos llevan a considerar muchos aspectos de nuestra permanencia por este planeta, y uno que vale la pena resaltar es precisamente el que venimos hablando: El valor de la vida en libertad.
En notas anteriores comentaba la relevancia que tendrán nuestras decisiones como sociedad en lo que respecta a la conservación del medio ambiente, hoy un tema alarmante y del que indudablemente hay que hablar es el tráfico de fauna silvestre pues no solo nuestras vidas y nuestra libertad son invaluables, todos los seres vivos merecemos el mismo respeto y las mismas oportunidades de existir libre y pacíficamente.
El comercio ilegal de vida silvestre es un problema de carácter global que constituye una seria amenaza en lo que se refiere a la conservación del patrimonio natural y cultural de los pueblos del mundo, igualmente atenta fuertemente contra la vida de las especies amenazadas y en peligro de extinción. En consonancia con World Wide Fund for Nature (WWF) “EL tráfico ilícito de vida silvestre describe cualquier crimen relacionado con el medio ambiente que implique el comercio ilegal, el contrabando, la caza furtiva, la captura o recolección de especies en peligro de extinción, la vida silvestre protegida, derivados o productos de los mismos”.

Galería ubicada en La Victoria, Lima, Perú Foto: Dirección del Medio Ambiente de la Policía Nacional de Perú.
Son muchas las razones por la cual esta práctica ilegal se extiende a lo largo y ancho de todo el mundo: mascotismo, trofeos de caza, coleccionismo, artículos de moda, arte, carne para consumo humano e incluso medicina alternativa, estos factores hacen de esta práctica unas de las actividades ilegales más lucrativas del mundo, llegando a compararse con el trafico ilícito de armas, drogas y trata de blancas. Son sobre todo aquellas prácticas ligada a la medicina alternativa lo que ha aumentado la demanda por este mercado en los últimos años, de acuerdo a WWF “Este delito contra la naturaleza mueve entre 10.000 y 20.000 millones de euros cada año, una cifra equiparable a la que mueve el tráfico de armas y de drogas.”
Igualmente, WWF nos data que “Cada año, matan una media de 100 tigres, 30.000 elefantes, más de 1.000 rinocerontes y más de 100.000 pangolines. En tan sólo 15 años podríamos ser testigos de la desaparición de los elefantes salvajes.”

Cada día, más de 80 elefantes son abatidos para obtener el marfil de sus colmillos
¿QUE OCURRE EN LATINOAMERICA?
Con sus ecosistemas mega diversos, especies endémicas peculiares, de características llamativas y territorios fértiles, sumado a una infraestructura legal poco desarrollada, Latinoamérica se convierte en el epicentro del tráfico ilícito de vida silvestre. La diversidad existente en Suramérica es un fuerte atractivo para estas redes de tráfico.
Brasil por ejemplo, contiene del 15 al 20% de diversidad biológica del planeta, y según ciertos estudios al respecto suministra del 5 al 15% del tráfico de especies salvajes a nivel global, constituyéndose como uno de los lugares de mayor variedad en lo que al mercado se refiere, incluyendo aves (en particular loros, guacamayas y pájaros cantores), las cuales son las más traficadas, reptiles como iguanas y serpientes, muy populares en el mercado de mascotas, tortugas valoradas por sus huevos, carnes y caparazones, caimanes considerados de alto valor por la calidad de sus pieles, así como las tan llamadas “Delicias marinas” como tiburones, pepinos de mar, caracol reina y totoabas, siendo estas últimas conocidas en México como “La cocaína del tráfico de fauna”. Una gran variedad de otros animales también son traficados, como los jaguares, armadillos, ranas, escorpiones y arañas.

Aves traficadas en Brasil. Créditos: Arturo Hortas

Pájaros tropicales contrabandeados escondidos dentro de tubos. Foto de Tom MacKenzie a través de: https://es.mongabay.com/2015/11/trafico-ilegal-de-especies-en-america-latina-esta-explotando-en-alcance-y-en-escala/
Igualmente, Venezuela es otro de los países gravemente afectados por el tráfico ilegal de especies silvestres en Suramérica, donde cada año se pierden alrededor de 900.000 animales a causa del tráfico ilegal de animales salvajes, entre los pájaros que se venden como mascotas se encuentran 50 especies de loros del Nuevo Mundo, pericos y guacamayas que solo se encuentran en Venezuela así como Flamencos Americanos y los muy escasos Jilgueros Rojos. Jon Paul Rodríguez científico y activista que trabaja para el Departamento de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y presidente de la ONG Provita explica que no solo los pájaros son traficados, en la costa muchos peces tropicales, Langostas y Caracoles Reina del caribe son atrapados e ilegalmente traficados como manjares.
En este país, los animales salvajes capturados son transportados a lo largo de las fronteras (de aproximadamente 5.000 km) entre Venezuela, Colombia, Brasil y Guayana, donde las autoridades y expertos en el tema afirman que se desconocen muchas de las rutas secretas de transporte, igualmente existe una gran falta de información en las bases de datos, a este respecto la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) incluyen dentro de las especies traficadas el cardenalito, el loro de hombros amarillos, guacamayas, turpiales (ave nacional de Venezuela). El patrullaje de las costas y las fronteras Venezolanas son un gran desafío para las autoridades.


Perú y Bolivia son otros de los países que exhiben gran movimiento y demanda del tráfico ilegal de fauna silvestre, en Bolivia por ejemplo, existen mafias identificadas por las autoridades las cuales se dedican a enviar colmillos, garras y piel de jaguar a países como China, estas partes animales en el mercado chino pueden cotizarse hasta en 15000 dólares.
En la Amazonia peruana por su parte, existe un amplio mapeo de lugares y rutas de tráfico de especies silvestres, en este país esta actividad tiene una fuerte presencia a nivel local, los animales son vendidos como mascotas o usados en rituales chamanicos, ejemplo de esto es la caza del oso andino de anteojos (Tremarctos ornatus) al que se le extrae su cabeza y patas para rituales curativos, asimismo, la rana gigante del lago Titicaca (Termatobius culeus) es muy cotizada por su carne para preparar platos exóticos.

Oso andino de anteojos (Tremarctos ornatus) una de las especies más afectadas por el tráfico ilegal de fauna en el Perú.

Iguana Verde en el mercado ilegal de fauna silvestre. Créditos: Serfor
Argentina por su parte, es también una “Zona roja” en el tráfico ilegal de fauna silvestre, para el año 2018 en solo dos semanas durante el mes de Febrero las autoridades encontraron 700 aves de baúl y 219 serpientes exóticas, destacándose como uno de los países de Latinoamérica cuya diversidad y belleza de sus especies endémicas (siendo las aves muy resaltantes) incentivan el mascotismo y coleccionismo, donde las especies más buscadas: el cardenal común y el amarillo, federal, tucán, rey del bosque, loro hablador, urraca paraguaya, reptiles, tortugas, monos, felinos, ciervos, mamíferos marinos y edentados. De esta manera, el 80% de los animales que se trafican dentro del país son autóctonos, y la mayoría de ellos proviene de las provincias del norte, como Santiago del Estero, Chaco, Misiones y Formosa. La situación en Argentina sigue causando polémica y preocupación en los círculos de profesionales e instituciones preocupados por el tema, si bien, se han logrado avanzar en tema de leyes a través de sumar esfuerzos entre distintos sectores, el camino penal aun es largo y poco certero.


Aves endémicas y en peligro de extinción sufren de hacinamiento cuando son víctimas del tráfico ilegal de fauna. Foto: Prensa, Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Reproducción de la Argentina.
¿QUE OCURRE CON LAS ESPECIES QUE SON VICTIMAS DEL TRAFICO ILEGAL?
El destino más habitual de estas especies es la Unión Europea: España, Malta, Italia y países del Medio Oriente dentro de los cuales China es uno de los que más destaca, los viajes son largos y truncados llenos de incomodidades sobre todo para aquellos que se encuentran encerrados, enjaulados y muchas veces escondidos en diversos objetos. Lamentablemente, más de la mitad de los animales que viajan por estos tormentosos caminos no sobreviven para ver nuevamente la luz o el destino de su forzado viaje, esto debido a que mueren generalmente por deshidratación, hacinamiento o asfixia, sin embargo las cotizaciones de estas especies son tan altas que las redes de tráfico no titubean al correr el riesgo.
Podría pensarse que llegar vivos a su destino seria en este caso “lo mejor de lo peor” pero la pesadilla no termina aquí, muchos terminan como parte de alguna exótica receta, son despojados de sus pieles, plumaje, extremidades, en pocas palabras son despojados de su digna libertad. Al ser comprados por mascotismo, terminan muriendo de depresión o ansiedad debido al encierro, son animales salvajes donde la “domesticación” nunca tiene un final feliz, las aves cantoras en muchos países terminan siendo destinadas a concursos de canto, actividad similar a las peleas de perros o gallos.
Por otro lado, en el caso de ser rescatados por autoridades, estas afirman que cuando un animal silvestre se convierte en mascota sus posibilidades de ser reinsertados a su hábitat exitosamente se tornan sumamente difícil, esto debido a que sus aptitudes de supervivencia merman perdiendo así sus habilidades de caza, camuflaje y defensa, siendo muchas veces cazados nuevamente.
Como podemos evidenciar, en este tema realmente quienes más sufren es nuestra preciada fauna, la cual forma a su vez parte de un delicado equilibrio importante para todos los seres vivos sobre la tierra, al extraer alguna especie endémica de su hábitat, o al comprar una especie protegida, promovemos la ruptura de este delicado equilibrio, donde los ecosistemas también se ven fuertemente comprometidos y consecuentemente nosotros, nuestra calidad de vida y salud, es por esto que es sumamente importante informarnos al respecto e informar a otros, contribuir de la manera que sea posible dentro de nuestra localidad, y siempre respetar la vida y las libertades de otros seres vivos.
¿QUIENES TRABAJAN FUERTEMENTE PARA MERMAR ESTA ACTIVIDAD?
Son muchas las ONG, Universidades, Asociaciones y entidades gubernamentales que velan por la seguridad y resguardo de las especies del mundo, en Argentina algunas de estas son:
- Buenos Aires Ciudad y su programa sobre el Control de Trafico de Fauna Silvestre
- Temaiken y su Programa de Conservación de Especies Amenazadas
¿COMO PUEDO DENUNCIAR?
Infórmate de cuáles son las autoridades pertinentes en tu país, usualmente estas pueden ser: Bomberos, defensa o protección civil, Defensa forestal, Ministerio del medioambiente, facultades como Cs. Ambientales, Cs. Biológicas, Agronomía etc. Para el caso particular de
Argentina en el siguiente enlace encontraras todos los contactos para poder hacer tu denuncia:
https://www.avesargentinas.org.ar/denuncias

Foto: Paula Ruiz Sánchez
Nelson Mandela dijo un día: “Ser libre no es solo deshacerse de las cadenas de uno, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás”.